Sin un albergue, familias de escasos recursos, han encontrado la forma de sobrevivir tan penosamente como sus hijos y nietos, lo hacen, peleando contra enfermedades graves, en una cama del Hospital del Niño Morelense en el municipio de Emiliano Zapata, lamentó el presidente del Club Rotario Jardines de Cuernavaca, Alejandro Dorantes.
El empresario, difundió el caso de José Casarrubias, originario de Axochiapan, quien desde hace tres meses, duerme bajo el puente peatonal, mientras que su hija está internada en el nosocomio y el de la señora Santana Ocampo Esteban, originaria de la comunidad de Teloloapan, Guerrero, quién decidió dejar todo para venir a Morelos, en busca de una atención especializada para su nieta Jennifer, de dos años, quien sobrevive al cáncer.
Alejandro Dorantes, detalló que estos casos están siendo atendidos temporalmente por el altruismo rotario, empero, “es necesario tomar medidas más de fondo, que reviertan esta condición de desamparo de las familias de los pacientes con enfermedades largas y penosas”.
“No podemos quedarnos con las manos cruzadas o dotarles solo de despensas o colchonetas para satisfacer temporalmente sus necesidades, hay que tomar medidas de fondo”, dijo el empresario al convocar a las autoridades y a la sociedad civil para hacer algo más definitivo para estas y las otras familias que han de venir desde lejos.
