Ante las severas fallas estructurales que registro tras el sismo del pasado martes la Torre Médica del Hospital General Regional del IMSS en Cuernavaca; médicos y enfermeras, personal administrativo y camilleros, se niegan a laborar dentro de las instalaciones; además, aún existen fugas de gas en el área de nutrición, lo que implicaría un riesgo laboral para el personal.
Los trabajadores se dijeron preocupados por regresar a laborar en el edificio de 12 pisos, que, tras el sismo registró muros de concreto con grietas, desprendimiento de escaleras, elevadores sin funcionar, la caída de plafones, aires acondicionados y lámparas.
Calificaron como sospechosa la urgencia de los directivos, por remozar y ocultar cualquier indicio de las afectaciones y denunciaron las amenazas de despedirlos si difundían los hechos o se negaban a trabajar; todo, ante un “silencio cómplice” por parte de sus representantes sindicales.