El papa Francisco aseguró hoy que rezó por la paz durante su visita al santuario de Fátima, como parte de su viaje para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Portugal, además de pedir “a los grandes de la tierra” que se escuche el mensaje de fraternidad de los jóvenes.
“Durante la JMJ volví a Fátima, al lugar de la aparición, y junto a algunos jóvenes enfermos recé para que Dios cure al mundo de las enfermedades del alma: el orgullo, la mentira, la enemistad, la violencia. El mundo está enfermo de estas enfermedades”, dijo durante la audiencia de los miércoles en el Vaticano, en la que repasó su visita a Lisboa.
El papa Francisco comentó además que se había encontrado con “un grupo de jóvenes ucranianos que trajeron historias de dolor” a la JMJ, que “no eran unas vacaciones, ni un viaje turístico, sino un encuentro con Cristo”.
“Mientras en Ucrania y en otros lugares del mundo hay combates, y mientras en ciertas salas escondidas se planifica la guerra, que feo esto, la JMJ ha mostrado a todos que otro mundo es posible: un mundo de hermanos y hermanas, donde las banderas de todos los pueblos ondean juntas, una junto a la otra, ¡sin odio, sin miedo, sin cierres, sin armas!”, dijo.
“Esperemos que todo el mundo les escuche y vea que siguen adelante”, añadió, al asegurar que la JMJ ha mostrado “una alternativa a la guerra”.