Rabindranath Salazar Solorio negó pretender ser un vicegobernador con el nuevo cargo que le confirió el próximo presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador; es una clasificación errónea, porque aseguró es una responsabilidad mayor porque se trata de cambiar la aplicación de los programas sociales desde una perspectiva diferente sin burocracia ni favoritismos o partidista. Su futuro, dijo es estar en Morelos y no se ve en el gobierno federal, «quiero trabajar en Morelos pero estaré analizando en los siguientes meses, mientras tanto, muy contento de echar andar este gran proyecto para un cambio profundo”.
Ante la gran responsabilidad que significa ser el representante directo del próximo jefe del ejecutivo federal, dijo, no se ha detenido a perder el tiempo y de inmediato se ha puesto a trabajar con el objetivo de que desde la representación se puedan dar los mejores resultados, «la idea es que podamos recortar mucho del gasto que se está realizando en este momento, es mucho gasto corriente, en virtud de que existen muchas delegaciones, como en el caso de Morelos hay más de 50, y en cuestión de renta y espacios, personal de confianza hay mucho gasto».
Por ello, la idea de reagrupar todo en un gran organismo coordinador tiene como propósito generar ahorro, y esto se pueda destinar hacia los proyectos que se hicieron a lo largo y ancho del país en la campaña, como el apoyo a los jóvenes, los discapacitados, aumento del cien por ciento para el adulto mayor, apoyos al campo, entre muchos otros.
